Calaverita
Por el barrio Tonalteca
caminaba la Catrina,
recorriendo galerías
y apreciando artesanías.
-¡Oiga doña Catrina!
Gritó un señor atrevido
-¿Qué hace usted en la calle?
¿qué, algo se le ha perdido?
-¡Qué le importa a usted dónde ando!
vaya a seguir sus asuntos
y si me sigue molestando
le voy a meter un buen susto.
-Mire doña Catrina,
en el barrio Tonaltéca
todos semos amigos,
no se ande con prejuicios
que todos le entramos duro
al Arte y a los oficios.
-A que señor artesano,
yo vengo aquí de paso.
Hábleme con más respeto
porque me lo llevo muerto.
-¡Véngase pues Catrina!
Le invito unos tragos
hay que armar el bailongo
yo le pongo los habanos.
-¡Así me gusta que me hablen,
con respeto y sin alarde!
¡vámonos pues al jolgorio!
Que me le arrepiento
y me lo llevo al hoyo.
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